Moncloa no niega que Zapatero fuera invitado, de manera privada, por Sánchez a La Mareta en agosto
El pasado agosto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebró una pequeña ‘cumbre’ de fin de semana con el president de la Generalitat, Salvador Illa, y el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Esta reunión, celebrada en Lanzarote, en el palacio de La Mareta, sirvió para demostrar que el líder de los socialistas encontraba en estas dos figuras sendos consejeros, algo que en Ferraz generó cierta incomodidad, como ya adelantó este periódico.
A raíz de la visita del expresidente, Vozpópuli preguntó, el pasado mes de septiembre, a Presidencia del Gobierno sobre la permanencia de José Luis Rodrígiez Zapatero en el palacio de La Mareta, que pertenece Patrimonio Nacional, además del motivo de tales reuniones y si, durante estas, mantenía informado al presidente del Gobierno de sus gestiones. El titular de Exteriores, José Manuel Albares llegó a afirmar que el Gobierno valoraba favorablemente dichas gestiones que desde hace un largo periodo de tiempo viene realizando Zapatero en pos del Ejecutivo, especialmente en Venezuela tras las pasadas elecciones. La respuesta de Moncloa fue que esto correspondía a la «esfera privada» de Sánchez y que no se trataba de encuentros institucionales.
Una reunión privada
Pese a que toda la isla conocía que el presidente del Gobierno y Salvador Illa habían sido vistos juntos paseando por Lanzarote, y se presupone un encuentro junto con Zapatero, Moncloa no quiere confirmar si llegó a existir algún encuentro -o se hospedaron- los dos socialistas en La Mareta, residencia a disposición de Sánchez, en su etapa por el Gobierno central.
Este medio solicitó -concretamente- la «relación de días en los que ha permanecido el expresidente Zapatero», así como «el motivo de las reuniones mantenidas» y la información entregada a Sánchez sobre «las gestiones realizadas por el expresidente Zapatero». Moncloa responde que «cualquier otra actividad que se hubiera podido llevar a cabo corresponde a la esfera privada»; del presidente del Gobierno, quien «establece su domicilio familiar» en las residencias oficiales de Patrimonio Nacional y Patrimonio del Estado”.
De esta forma, Moncloa concluye que en caso de haber sucedido alguna reunión como las mencionadas, «no habrían sido encuentros institucionales», aunque en su respuesta no niega en ningún momento que hubieran ocurrido. Además, desde la secretaría general de Presidencia se afirma no tener documento alguno a este respecto.
Moncloa sí reconoce la existencia de las vacaciones de Sánchez en la Mareta, desde el 12 al 24 de agosto, lo que conlleva igualmente a una suma de gastos sobre los pesa -también- una orden de mantener en secreto, ocultando de esta forma cualquier tipo de evidencia que señale la posibilidad de que el Palacio de La Mareta hubiera recibido alguna visita en los doce días que alojó al líder de los socialistas.
Pero existe ya una resolución firme que obliga al Ejecutivo a proporcionar todos los detalles de las vacaciones del presidente del Gobierno cuando estas han sido en algunas de las residencias puestas a su disposición por el cargo que ostenta. Por ello, debe detallar y facilitar el importe total acumulado, así como los acompañantes que haya tenido y la razón para haber sido invitados, además del desglose del coste total en alimentación y/o manutención, catering y limpieza. Según ha podido saber este medio, y ante el no cumplimiento por parte del Gobierno de lo expuesto por el CTBG, el Ejecutivo recibía el pasado 29 de abril el requerimiento preceptivo para ser demandado tras el incumplimiento del fallo que obliga a Moncloa, según señalan las mismas fuentes consultadas.
Nuevos consejeros
El líder de los socialistas, Pedro Sánchez, optó por otra de las residencias de Patrimonio Nacional para pasar sus vacaciones estivales. Esta vez, el palacio de La Mareta, en Teguise (Lanzarote), regalo del Rey Hussein de Jordania a Juan Carlos I y que el monarca cedió al Estado. Durante el mes de agosto, Sánchez recibió al president de la Generalitat, Salvador Illa, quien llegó a la isla un 16 de agosto escoltado por agentes de los Mossos d’Esquadra y a quien se le vio paseando junto a Sánchez por el Mercado Tradicional de Haría días más tarde.
Al mismo tiempo, coincidía que el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se encontraba veraneando en la isla, en Famara, donde posee una vivienda que adquirió hace ya algunos años. De esta forma, tres pesos pesados del Partido Socialista coincidían en la isla, provocando un gran malestar dentro del partido, ya que, como reveló Vozpópuli, Sánchez ha encontrado en su antecesor y el presidente catalán, dos consejeros en los que apoyarse, haciendo que un sector del partido recele por ello, sobre todo por la estrategia que seguirán para Cataluña y para el resto de España.
Esta coincidencia, se conoce al mismo tiempo que se descubre que el jefe del Ejecutivo no tenía previsto verse con el presidente canario, Fernando Clavijo, quien había indicado que «sería conveniente» ya que ambos tenían «muchas cosas de las que hablar» en medio de la crisis migratoria que Canarias sufría y la falta de recursos para atajar dicha crisis.
La decisión ya tuvo repercusión política en su momento cuando el senador del Partido Popular por Gran Canaria, Sergio Ramos, reprochó a Sánchez que «invite» al presidente catalán, y no a Clavijo pese a la «grave situación» que vivía -y vive- el archipiélago «por la inmigración», críticas a las que se sumó el secretario de organización de Coalición Canaria, David Toledo.