
Leonardo Blanquiceth Monterrosa era natural del municipio de Purísima, pero residía en el sector Las Parcelas, de la vereda Algarrobo, jurisdicción de Coveñas.
En la morgue de Lorica fue a parar un presunto jíbaro que resultó muerto a balas en una cantina donde departía en zona rural de Purísima, Córdoba. Leonardo Blanquiceth Monterrosa, de 40 años, quien violaba las normas de bioseguridad y el toque de queda decretado para prevenir la propagación del Covid-19, tenía anotaciones judiciales por los delitos de extorsión y porte de estupefacientes.
Los sicarios también violaban las normas y salieron a matar la madrugada del domingo y en el atentado resultó también baleada a María Angélica Vargas Díaz, de 26 años, quien trabajaba en el negocio y fue trasladada hasta un centro asistencial del municipio de Coveñas.
Los pistoleros llegaron a un establecimiento de consumo de bebidas alcohólicas, que a pesar de la ley seca y el toque de queda permaneciendo abierto al público y por supuesto con clientela propia, uno de ellos Leonardo Blanquiceth Monterrosa, quien presentaba anotaciones judiciales por extorsión y porte de estupefacientes.
A las 3:00 a.m., cuando sonaron los estallidos de la muerte, acompañados por los ladridos de los perros del pueblo, los delincuentes huían en su moto por la vía que del corregimiento El Hueso, conduce al corregimiento Guayabal, Coveñas (Sucre).
Los asistentes al bar bebían y bailaban como cualquier día normal antes de la pandemia, hasta que llegaron los dos sujetos a bordo de la motocicleta al lugar, divisaron a su víctima y le dispararon casi que a quemarropa y lo remataron en el piso, mientras los presentes corrieron despavoridos del lugar.
Cuando se marcharon los sicarios convencidos que el hombre estaba asesinado, sus compañeros trataron de auxiliarlo al sentirles pocos signos vitales, pero luego allí dejó de respirar. Tenía un balazo en la cabeza que le dio el sicario antes de huir.
Leonardo Blanquiceth Monterrosa era natural del municipio de Purísima, pero residía en el sector Las Parcelas, de la vereda Algarrobo, jurisdicción de Coveñas.
Esta persona había sido capturada por la Policía Nacional el pasado 28 de marzo en un barrio de Coveñas, cuando en un registro a personas le hallaron 50 dosis de base de coca. En el lugar donde ocurrieron los hechos existen varios bares que han seguido su rutina normal a pesar de las restricciones impuestas por la Gobernación y los alcaldes.
En Purísima la Policía se niega a llegar y cerrar negocios en zonas rurales los fines de semana por temor a enfrentamientos con los borrachos, ya que la estación local cuenta con pocos hombres para cubrir la zona urbana y rural.
Tomada de: El Meridiano.