El alcalde de Rionegro, Andrés Julián Rendón, quien en su afán de dejar un legado a través de dos su plan de mejoramiento vial y la construcción de un tren ligero, se financiará con vigencias futuras y la valorización, un impuesto confiscatorio.

Desde que en el mes de noviembre empezaron a llegar las facturas por valorización, los habitantes de Rionegro han convocado marchas, firmas, instalado vallas y protestado en los medios de comunicación.

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Los rionegreros que están de acuerdo con la importancia del desarrollo vial del municipio solo piden que se revisen las tarifas por valorización pues les parece demasiado elevadas.

Lo confiscatorio de la valorización pone en riesgo los bolsillos de los contribuyentes que ya demandaron ante la jurisdicción contenciosa administrativa esta especie de expropiación disfrazada de impuestos.

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