
Las redes sociales están sobrevaloradas en materia política, se han convertido en un método eficaz de escarnio público pero está demostrado que a la hora de las encuestas y de las elecciones, su influencia es mínima. Las mayorías no tienen Twitter, o si lo tienen no lo usan, o si lo usan lo hacen solo para mirar y no creer ni opinar. Los temas usualmente mueren ahí.
Hace algunas semanas fue publicado un video del senador y excandidato presidencial Gustavo Petro, en el que se le veía recibiendo fajos de billetes en una bolsa. Ni en ese momento ni aun hoy, ha podido explicar de dónde salió ese dinero ni para qué era. Sus seguidores, adalides de la moral y las buenas costumbres, salieron en gavilla a defenderlo, otros que se muestran menos radicales, pues posan de analistas neutrales y objetivos, se limitaron simplemente a decir que el político debía sustentar el origen de ese dinero, y ya. El tema fue quedando en el olvido.
Hace unos días durante un discurso en Cartagena, el Presidente Iván Duque afirmó que el apoyo de Estados Unidos había sido “crucial” para la independencia de Colombia. Esta frase causó revuelo en las redes sociales, pues algunos salieron a decir que Colombia no había recibido tal apoyo, otros sostuvieron que sí pero que no había sido “crucial” como afirmaba el Presidente, y otros más no han hecho sino burlarse desde ese día de dichas declaraciones.
El matoneo contra Duque ha sido inclemente: tendencias, memes, chistes, burlas por su apariencia física, descalificaciones y demás, no han parado desde ese día. Incluso desde mucho antes. Quienes durante semanas minimizaron el hecho de que un senador de izquierda y quién según el régimen del país vecino les pidió dinero para su campaña presidencial el año pasado, apareciera ahora en un video recibiendo fajos de billetes aparentemente de un mafioso, hoy se indignan y descalifican a otra persona por algo que en el peor de los casos, no sería más que una imprecisión histórica sin importancia y sin trascendencia. Esto sin contar que a esos dueños de la moral (tanta que al parecer la tienen doble) tampoco les ha causado nunca indignación el pasado criminal de quien los lidera, pues minimizan todo el tiempo el hecho de que por ejemplo, este haya sido guerrillero y aliado del Cartel de Medellín en la toma del Palacio de Justicia.
La izquierda ha convertido las redes en su mecanismo de escarmiento, de burla y de descalificación moral, ideológica y cultural, y lo medios han sido aliados de esta así esté demostrado que a la hora de la verdad, su importancia está inflada, pues casi siempre los candidatos o las causas defendidas masivamente a través de estas, fracasan en la vida real.
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