Redacción. El ex presidente y senador de la República, Álvaro Uribe Vélez, dijo este lunes, que no aceptará presidir el Congreso de la República, tal y como lo había pedido gran parte de la bancada del Centro Democrático.
“Sugiero para el Congreso una coalición amplia, generosa, estable, sin politiquería, que haga la diferencia, que respete la estabilidad de funcionarios probos y eficientes de la Corporación”, expresó Uribe.
Y agregó: ‘Si el Centro Democrático pudiera desempeñar la primera presidencia del Senado sugiero ponerla en cabeza de un nuevo liderazgo’.
Mi deber es promover nuevos liderazgos y apoyar al Gobierno del Presidente Iván Duque pic.twitter.com/I4UsPigkby
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 16 de julio de 2018
Al marginarse de la presidencia del Senado, dejaría la puerta abierta para que tal designación recaiga sobre María del Rosario Guerra, Ernesto Macías Tovar, Paloma Valencia o Paola Holguín.
Este es su pronunciamiento completo:
Mi deber es promover nuevos liderazgos y apoyar al Pte Duque
Sugiero para el Congreso una coalición amplia, generosa, estable, sin politiquería, que haga la diferencia, que respete la estabilidad de funcionarios probos y eficientes de la Corporación.
Si el Centro Democrático pudiera desempeñar la primera presidencia del Senado sugiero ponerla en cabeza de un nuevo liderazgo.
Mi deber es promover nuevos líderes comprometidos con la integralidad de los valores democráticos.
Mi deber es apoyar al Presidente Iván Duque en la tarea de emprender para Colombia un gran rumbo, en medio de tantas dificultades, para que los jóvenes tengan la oportunidad de mejorar la Patria, de empujar y crear, con altivez, optimismo y sin odios, todo a partir de tantos esfuerzos de la historia, que han construido cimientos y también han dejado ruinas; para afianzar un país con la libertad que posibilite la ciencia y con avance de la ciencia que legitime la libertad.
Un país con transparencia, austeridad en el Estado y fortaleza de empresarios y trabajadores, que laboren como un solo equipo. Un país seguro donde la paz no sea apaciguar el crimen y mantener sus fuentes como el narcotráfico.
Nuestra joven nación, que apenas irrumpió como Nueva Granada en la primeras mitad de los años 1700, tiene en el presidente Duque una gran oportunidad que no debemos perder.