Córdoba

Todos, en contacto con los transgénicos

Todos, en contacto con los transgénicos

El término transgénico es inusual y pocos conocen sobre el contacto que tienen a diario con la definición de dicha palabra. Esta hace referencia a los productos elaborados a partir de un organismo modificado con genes de otro y para lograr características deseadas.

En este sentido, los fármacos, los textiles, los elementos de limpieza, los alimentos, entre otros, están sujetos a recibir dicha calificación, pues para fabricarlos se requiere de enzimas, compuestos y más, que se utilizan con el fin de obtener mejores réditos para fabricantes y comunidad en general.

En Colombia, por ejemplo, la preparación de comestibles con productos venidos de cultivos transgénicos, de semillas modificadas, es cada vez más popular. Se advierte que en Caldas va en ascenso, si se tiene en cuenta un reciente reporte de la Asociación de Biotecnología Vegetal Agrícola (Agro-Bio), entidad que se dedica a informar, educar y divulgar sobre los aspectos científicos del tema.

En Caldas

Agro-Bio expuso que en el departamento, durante el 2017, contabilizaron 336 hectáreas de maíz genéticamente modificado, siendo la cifra más baja del Eje Cafetero: en Risaralda contaron 1.687, mientras que en Quindío, 466. La cifra más alta en el país la tiene Meta, con 22.342; seguido del Tolima, con 20.313; Córdoba, con 17.603; Valle del Cauca, con 15.470, y Cesar, con 2.068 (Ver recuadro Modificados en Colombia).

Sobre la existencia de sembrados de este tipo en Caldas y su afección a la salud humana y animal, no se pudo validar la información con la Secretaría de Agricultura del departamento. LA PATRIA contacto al titular de esta cartera, Ángelo Quintero Palacio, durante jueves y viernes de la semana en curso y, finalmente, no atendió los llamados.

En lo que corresponde a Manizales, en tanto, Gerzain Castaño Osorio, jefe de la Unidad de Desarrollo Rural, negó conocer la existencia de estos cultivos en la jurisdicción, que en las asesorías que presta su dependencia no los tienen detallados.

Castaño puntualizó que sería difícil saber a ciencia cierta esta cualidad de los cultivos, pues las semillas que expenden en los almacenes agropecuarios y utilizadas por los campesinos pueden ser manipuladas con fines particulares, que las mismas son de venta libre.

«Buscamos siempre que los procesos que se lleven a cabo sean lo más agroecológicos posibles, lo más amigables con el medioambiente y las personas. Siempre queremos que sean semillas muy naturales», resaltó el funcionario especialista en administración y gerencia institucional.

En el mundo

José Miguel Mulet, científico y profesor de biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia (España), a quien se le considera una autoridad para los transgénicos, habló sobre los estudios que ha hecho de estas intervenciones.

«En general, los cultivos transgénicos están mal vistos, porque ha habido mucha mala información al respecto. Se ha propagado información infundada con total impunidad. Como científico, a través de mis publicaciones, he filtrado la información cierta para que los interesados en ello tengan datos veraces», resaltó el escritor del libro Transgénicos sin miedo.

También puntualizó:

– ¿La gente suele satanizar la comida procedente de este tipo de cultivos?

Se cree que el transgénico es un alimento que se interviene con fines no muy gratos para la salud. Si esto fuera cierto, ¿quién querría sembrar estas semillas? o ¿quién querría comprar este producto?. La tecnología transgénica cuenta con muy buenas bases y cuenta con un acompañamiento fuerte desde lo académico y ha tenido un impresionante éxito comercial.

– ¿Cómo ve la evolución de estos cultivos en el mundo?

Ahora estamos en un periodo de transición, porque durante mucho tiempo los principales transgénicos que había en el campo beneficiaban al agricultor, con la erradicación de insectos. En este momento, la tecnología nos permite desarrollar avances que benefician al consumidor como trigo apto para celiacos, tomates que previenen el cáncer, arroz enriquecido con vitamina A, etc. El consumidor debe ser cada vez más consiente de los beneficios que esta tecnología tiene para él.

– ¿Por qué son tan controvertidos?

Esto es algo de la gran hipocresía de la campaña antitransgénica. Es que una persona que no pasa hambre puede ponerse a pontificar de que si un alimento es malo. Aseguro que una persona que pasa hambre y necesidades le da igual el tipo de cultivo, si es transgénico, orgánico, etc. Lo que quiere es comer. Lo mismo un enfermo, le da igual si el medicamento tiene intervención. Lo que quiere es aliviarse y no sentir dolor. El debate de los alimentos transgénicos es un debate de estómagos llenos.

– Entonces, ¿en todas las áreas contamos con productos genéticamente modificados?

La ropa de algodón, los jabones, muchas enzimas que se utilizan en la industria textil y alimentaria son transgénicas. Hoy por hoy sería imposible concebir una vida sin transgénicos. Es uno de los temas más controvertidos en el mundo, los que generan más rechazo, junto al de la energía nuclear, la clonación.

La gente que está en contra no sabe que los está utilizando cada día. Esta es una paradoja. Se oponen sin tener medida clara de qué es esa tecnología. Si utilizas medicamentos, si vas a alguna farmacia a comprar insulina, seguro es transgénica. Esas enzimas vienen de algún lado. Lo mismo que los líquidos de lavar los lentes de contacto. El papel higiénico, el algodón, son productos que se están utilizando cada día. Mientras a los transgénicos no se le compruebe que son malos, no tiene porque decirse nada de ellos.

A verificar

«Con las pruebas que se tienen hoy sobre la mesa, no se puede decir que los transgénicos son malos o inseguros. En el momento en que salga una prueba, hay que ver que la misma sea seria y, si lo es, actuar en consecuencia de ello. En 20 años, de todos los transgénicos aprobados, solo se ha retirado uno del mercado», dijo José Miguel Mulet.

Modificados en Colombia

Esta es la cuenta, por hectáreas, de los cultivos genéticamente modificados en Colombia en el 2017. El total de todo el país suma 86.030. A continuación se da cuenta de las plantaciones de maíz:

Pos. Departamento Hectáreas

1. Meta 22.342

2. Tolima 20.313

3. Córdoba 17.603

4. Valle del Cauca 15.470

5. Cesar 2.068

6. Huila 1.524

7. Risaralda 1.687

8. Cauca 887

9. Sucre 830

10. Casanare 699

11. Santander 665

12. Quindío 466

13. Caldas 336

También se encontraron cultivos de algodón intervenidos en Tolima (4.129), Córdoba (3.600), Cesar (560), Valle del Cauca (423) y Huila (362), todo para un total de 9.075 hectáreas. Cundinamarca, en tanto, intervino 12 hectáreas de cultivos de flores azules.

* Con información de Agro-Bio, asociación de biotecnología vegetal agrícola.

En las universidades locales

LA PATRIA consultó en las universidades locales (Nacional, Católica, de Manizales y de Caldas) sobre la existencia de investigaciones y/o cultivos relacionados con los transgénicos. Ninguna de ellas dio cuenta de estudios o de la existencia de este tipo de plantaciones.

Le dicen no a los transgénicos

LA PATRIA reportó la posición de la comunidad indígena de Riosucio frente a las semillas transgénicas en un Trueque-mercado muy popular, que se convirtió en una actividad habitual en el municipio. Allí, hace algunos años, también se opusieron a la importación de alimentos, a los tratados de libre comercio, a la política de producción de agrocombustibles y defendieron la soberanía alimentaria y la producción agropecuaria.

La idea de autonomía alimentaria es muy seria en la localidad. Tienen la intención de prohibir los transgénicos en las comunidades indígenas. Jaír de Jesús Díaz, coordinador del Consejo Regional Indígena de Caldas (Cridec), explicó en el momento: “es un proceso que estamos haciendo en educación, con escuelas, familia por familia y grupos organizados para que entiendan la defensa que quieren hacer los resguardos, pues nos oponemos a los transgénicos”.

 

Fuente: lapatria.com