Félix Lope de Vega, el ‘Monstruo de la Naturaleza’, según Cervantes, renovó las fórmulas del teatro español en un momento en el que el teatro comenzaba a ser un fenómeno cultural de masas. Nacido el el 25 de noviembre -Google le dedica su ‘doodle’ para celebrar el aniversario-, llegó al mundo poco después de que lo hicieran Cervantes, Góngora, Mateo Alemán y Vicente Espinel.
Fue, junto a Tirso de Molina y Calderón de la Barca, los exponentes máximos del teatro barroco español y sus obras siguen representándose en la actualidad y constituyen una de las más altas cotas alcanzadas en la literatura y las artes españolas. Fue también uno de los grandes líricos de la lengua castellana y autor de varias novelas y obras narrativas largas en prosa y en verso.
Se le atribuyen unos 3.000 sonetos, tres novelas, cuatro novelas cortas, nueve epopeyas, tres poemas didácticos, y varios centenares de comedias. Fue amigo de Francisco de Quevedo y de Juan Ruiz de Alarcón, estuvo enemistado con Luis de Góngora y mantuvo una larga rivalidad con Miguel de Cervantes, quien, sin embargo, le elogió en su ‘Galatea’, donde le calificó como uno de los ingenios españoles más notables.
Soldado y padre abnegado vivió sin embargo muchos lances amorosos -la serie de TVE El Ministerio del Tiempo así lo reflejó en uno de sus capítulos-. Fue un devoto sacerdote, inquisidor y poeta. Aplaudido y admirado ya en su época –en que se le llamaba popularmente ‘Fénix de los Ingenios’–, falleció el 27 de agosto de 1635. Vivió 73 años. Las honras fúnebres celebradas en su honor duraron nueve días y se convirtieron en las exequias más notables de aquellos días. Sus restos de depositaron en la Iglesia de San Sebastián, en la calle de Atocha. Unos años después, los restos pasaron a una fosa común por falta de pago del duque de Sessa.
Su producción literaria fue hasta tal punto sobresaliente que, aún años después de su muerte, se siguieron publicando sus textos. El más destacado apareció en 1637, La Vega del Parnaso, donde se recogen los dos últimos poemas que escribió.