«Empresas a favor de la independencia catalana [nombre de varias empresas]… Pásalo!!». Es uno de los múltiples mensajes que corren por WhatsApp y Twitter desde hace algo más de mes y medio. En estos, se llama a boicotear a empresas con sede o centros de producción en Catalunya por su supuesta afinidad política. Pero, ¿tiene sentido hoy en día un boicot a ciertas empresas? Según los expertos, sindicatos y el propio sector alimentario, la respuesta es no.
«Dicen que el capital no tiene patria. Y hoy en día eso es más cierto que nunca. Imaginemos la empresa X, que produce en Cataluña. ¿Dónde tiene la sede social? ¿Dónde tiene la sede fiscal? ¿De dónde es el dueño? ¿De dónde son sus trabajadores? ¿De dónde viene la materia prima? ¿Quién transporta el producto acabado? Hoy en día cualquier empresa tiene muchísimos matices», explica el director general de Esade Madrid, Enrique Verdeguer.
«El boicot a una marca acaba perjudicando no solo a la firma, sino a los empleados», avisa CCOO
«Quizá hace 30 años algo así podía tener lógica. Pero hoy en día, en un mundo globalizado, pensar que con un boicot a ciertos productos solo se perjudica a alguien en concreto es pernicioso. Hoy en día una empresa está en Mataró, el dueño es de Londres, el 90% de los suministros que usa para sus productos son de China y vende el 50% en España y el resto en el exterior. Es decir: el boicot local no tiene lógica», agrega.
Comercio exterior
Según datos de Acció, Cataluña superó en el 2016 los 65.160 millones de euros en exportaciones a otros países, la cifra más elevada de la serie histórica (el 2% más que un año antes). Sin embargo, una importante parte de la economía catalana depende de las ventas interregionales: 38.800 millones de euros en el 2016, según el C-Intereg (proyecto que analiza el comercio interregional español en base a los datos que facilitan las comunidades autónomas). El análisis por mercados desvela datos llamativos: las ventas a Aragón (10.782 millones) son superiores a las exportaciones de Cataluña a Francia (10.460 millones) o Alemania (7.736 millones). Italia (5.932 millones), Portugal (4.366) y Reino Unido (3.910 millones) son los siguientes mercados dónde más exporta Cataluña. En las ventas interregionales de Catalunya, tras Aragón se sitúa la Comunidad Valenciana (4.994 millones).
«Lo que hay que pensar es que un producto cualquiera, una alimento, un coche, se fabrica con elementos de muchos sitios. Por lo tanto, un boicot a una marca acaba perjudicando no solo a la firma en sí, sino a toda la cadena en general y, también, a los trabajadores, que no tienen ninguna culpa», expone Luis Jiménez, secretario general de la Federación de Servicios de CCOO de Catalunya. «Hay una entidad financiera que sufrió un importante traspaso de fondos a oficinas de Huesca o de Castellón. ¿Qué ha pasado? Pues que ha habido empleados de Lleida y Tarragona que han sido trasladado a otras provincias», relata Jiménez.
La Confederación Empresarial Extremeña (Creex) es una de las entidades que más ha criticado la llamada al boicot de los productos catalanes. «Había pasado con algunos productos concretos hace más de una década, como el cava. Pero ahora, cuando hemos visto que había un riesgo real global, hemos salido rápido a decir que era un sinsentido, saldremos perdiendo todos», explica el secretario general de la Creex, Javier Peinado. «Si se deja de comprar un producto, el que primero sufre es la tienda extremeña que lo vende. Baja la riqueza local, peligra el empleo… Esas balas que se disparan legítimamente desde la indignación, en realidad pueden venir rebotadas», advierte el directivo de la patronal.
Ejemplos
Peinado habla con conocimiento de causa, pues «hay empresas catalanas con centros de producción en Extremadura o empresas locales que nutren firmas catalanas». Y pone ejemplos. «El caldo en Tetra Brik más vendido (Gallina Blanca) se fabrica en Miajadas (Cáceres). Y Nestlé cuenta con manantial y planta embotelladora de su agua (Aquarel) en Herrera del Duque (Badajoz). «Si boicoteas a los productos catalanes perjudicas a fábricas y trabajadores extremeños», completa.
Hay muchos otros casos. Conesa, empresa extremeña dedicada a la transformación del tomate, suministra a Casa Tarradellas para sus pizzas. Los frutos secos que venden firmas como Borges provienen en muchos casos de Aragón, Murcia o Extremadura. Aragón no tiene envasadoras de leche, y su principal cliente son las empresas catalanas. San Miguel compra cebada en Aragón, mientras que el vidrio y los tapones de las botellas de vino o cava pueden ser de Málaga, Extremadura, Aragón…. Es precisamente en esta última comunidad donde se fabrican botellas para el cava catalán.
DIARIOCORDOBA