La clasificación al Mundial de Rusia 2018 ha resultado más sufrida de lo esperado. En la fecha 14 de la eliminatoria se venció a Ecuador 2-0, en Quito, y el equipo colombiano se consolidó en las posiciones de cupo directo a la Copa del Mundo. Con un calendario cómodo, se pensó que, en las cuatro jornadas restantes, conseguir los puntos necesarios para asegurar el cupo directo a Rusia no sería una tarea difícil. No obstante, el tiempo ha pasado, los resultados no han llegado y ahora se está sufriendo para poder cerrar la clasificación. Desde aquel 28 de marzo en Quito, Colombia no ha ganado en la eliminatoria. Empató ante Venezuela y Brasil, luego cayó contra Paraguay.
Este martes (6:30 p.m., por el Gol Caracol), ante Perú, se necesita volver a sumar de a tres para hacer realidad el sueño del Mundial.
La derrota del jueves fue un golpe supremamente duro. La hinchada sufrió, claro. Pero los jugadores mucho más. En tan sólo tres minutos se perdió todo. Se pasó de tener cupo directo al Mundial de Rusia, a una posición incómoda, en la que una derrota podría significar quedar eliminados. Colombia depende de sí misma y eso es una ventaja grande, pero la presión para los futbolistas no es fácil. En 90 minutos está en juego el objetivo de sus vidas: disputar un Mundial. Lo que sueñan con lograr desde que comienzan a jugar de manera recreativa con sus primos, amigos del barrio, de la cuadra o del colegio.
Paraguay es pasado. Ya eso quedó atrás. Los errores servirán sólo para aprender de ellos y no repetirlos en el futuro. Los futbolistas de la selección han pasado noches de incertidumbre, angustia y llenas de ansiedad, queriendo que llegue rápido el momento del desquite. Por eso el trabajo mental ha tenido que intensificarse por parte del cuerpo técnico. Los líderes han salido a dar la cara y la tranquilidad de ellos demuestra que el grupo está enfocado en el gran objetivo de esta noche. Carlos Sánchez, por ejemplo, se arriesgó a decir que “la motivación más grande que tenemos nosotros es ir al Mundial y no necesitamos nada extra como estimulación. Estamos vistiendo la camiseta más bonita del mundo y eso es un motivo suficiente para querer hacer las cosas bien y clasificar”.
En ese mismo sentido, Falcao, como capitán del equipo y gran referente, destacó que “el grupo está bien, hemos dejado atrás lo que sucedió. Esta es una selección que está fuerte mentalmente y los jugadores están capacitados para revertir esta situación. Jugaremos una final y hay que afrontarla como tal, saber cada detalle del rival y estar al tanto que en las finales no hay margen de error. Debemos interpretar lo que pide el partido en cada momento”.
Respecto al equipo titular que jugó ante Paraguay en el estadio Metropolitano, José Pékerman haría modificaciones. La que es obligada es la de Óscar Murillo por Cristian Zapata, quien acumuló tres tarjetas amarillas. En los dos últimos entrenamientos probó dos alternativas. La primera fue un módulo 4-3-2-1, con David Ospina en el arco. Santiago Arias, Dávinson Sánchez, Óscar Murillo y Frank Fabra, en defensa. Matheus Uribe, Carlos Sánchez y Abel Aguilar, en marca. James Rodríguez y Juan Guillermo Cuadrado como volantes ofensivos y Falcao García como único punta. Sin embargo, también probó con un módulo 4-4-2. Ospina y la misma defensa. En la mitad, con James por izquierda, Abel y Sánchez en marca y Cuadrado por la derecha. En punta, Falcao junto a Duván Zapata.
¿Cómo clasificamos?
Con un triunfo, sea cual sea el marcador, Colombia no tendrá que mirar otros resultados y logrará el cupo al Mundial de Rusia 2018. En caso de empatar, habría que esperar una serie de combinaciones para mantener la posición. Por ejemplo: si Argentina no le gana a Ecuador en Quito, nuestro país tiene tiquete directo. Y si Brasil vence a Chile en su casa (nunca ha perdido como local en la historia de las eliminatorias), la tricolor también estaría adentro. Pero si hay una igualdad en la capital peruana, la albiceleste gana de visitante y los australes no ceden ante los pentacampeones del mundo, de inmediato la opción sería el repechaje
Ahora vámonos a la parte trágica: la derrota. Increíblemente, aun cayendo contra los dirigidos por Ricardo Gareca habría esperanza. Ya no de tener uno de los cuatro cupos, sino de buscar en la repesca. Eso sí, Chile tendría que perder, Argentina también y Paraguay no podría ganarle a Venezuela. También se podría presentar otra situación, y es que todos los locales triunfen. En ese escenario, nuestro país también tendría el derecho al repechaje, siempre y cuando la diferencia de gol en São Paulo sea mayor que la de Lima.
